miércoles, 28 de diciembre de 2011

No es lo mismo decir “yo creo en Dios”, que “yo le creo a Dios”


Según la enciclopedia virtual Wikipedia, la blasfemia es una irreverencia hacia lo venerado por una religión. Para muchas culturas está mal visto que se insulte de forma escrita u oral al dios o dioses de su religión establecida, y estas restricciones tienen categoría de ley en algunos países, en especial en las teocracias. Está mal visto por ciertas religiones, que incluso tienen pena de muerte. En muchos idiomas las blasfemias se pueden maquillar empleando eufemismos. Blasfemar (del griego blaptein, "injuriar", y pheme, "reputación") etimológicamente significa grave irreverencia hacia alguien. Pero en su uso estricto y generalmente aceptado se refiere a una ofensa a un Dios.

En tal sentido, me gustaría saber qué opinará “Su Eminencia Reverendísima”, Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, sobre las blasfemias que todos los días pronuncia por la radio Álvaro Arvelo hijo en torno al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?

Este fue uno de esos días donde “Don Álvaro”, como a él le gusta que le llamen, blasfemó contra las sagradas escrituras al decir que María, la madre de Cristo, le fue infiel a José, negando claramente que la Virgen concibiera al salvador del mundo por obra y gracia del Espíritu Santo.

En otra entrega del programa radial “El Gobierno de la mañana” donde labora, dijo que María Magdalena le practicó sexo oral a Jesucristo. Lo más grave del caso es que este hombre, que se hace llamar “católico y apostólico” dice que cree en Dios, pero ignora que no es lo mismo decir “yo creo en Dios”, que “yo le creo a Dios”.

“Don Álvaro”, toda persona que diga creer en Dios, tiene que creerle a Dios y, por consiguiente, creer que el autor de la Biblia es Dios y que fue escrita por hombres inspirado por el Espíritu Santo. Como usted dice que es católico, entonces cree en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, por lo que si duda que la Virgen María concibiera a Jesús por obra del Espíritu Santo, debería también dudar de la existencia de Dios y de Jesucristo.

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