viernes, 12 de noviembre de 2010
Se aumenta la situación de calamidad de la OMSA
Es tan fuerte, que por el daño de una ventana se escasean asientos
Sin ánimo de hacerle daño personal ni a choferes, a cobradores (as, ni mucho menos al director de la Ofina Metropolitana de Servicos de Autobuses (OMSA, Ignacio Ditrén, mi interés, como usuario de las "guaguas", es que haya un buen servicio para todos. Este comentario surge a raíz de la triste escena que vivimos en días pasados, cuando íbamos a bordo de uno de los autobuses que cubren la ruta de la avenida Independencia, cuando de repente comenzó a llover e intentamos cerrar una ventana lo cual no fdue posible, porque la falta de mantenimiento la dañó. Pero también ya hemos visto varias unidades coger fuego en medio de las calles, con pasajeros, chófer y cobrador (a) dentro. También vemos dañadas por varias razones, muchos de los casos, tmavez por una sensillez. Es por todo ello que lo controles (puntos de partida) son "Cementrerios de chatarras".
Pero a esta situación de calamidad por la que atraviesan los autobuses, que fueron comprados con el dinero que todos nosotros pagamos, tanto en impuestos como en los pasajes que nos cobran de 10 y 15 pesos, más el que tiene la OMSA asignado por el Gobierno, hay que buscarle una salida Ya, la cual está en las manos de las autoridades encargadas de su administración.
Mientras se produce esta triste escena, en un parqueo de la avenida John F. Kennedy hay varias unidades de la OMSA estacionadas. El problema del deterioro de las "guaguas" se suma al ya existente en todo su trayecto por las distintas rutas del país que cubren, desde su tardía salida del control, la cual se extiende hasta una hora entre una guagua y otra, el abusivo que para el vehículo significa el exceso de pasajeros, algunos conductores que conducen en forma temeraria, frenando de golpe y enclochando abruptamente, y un largo etcétera.
Somos de opinión, y así lo escuchamos de los labios de otro usuario, que tiene que haber algún tipo de componenda en la OMSA con los propietarios de las guaguas “voladoras” que también ofrecen su servicio en las mismas rutas que cubren las del Estado. Decimos esto porque, mientras que las de FENATRANO y otras FENAs circulan con pasajeros colgados hasta en las defensas (los parachoques), y hay ocasiones en las que hasta tres unidades se juntan, las de la OMSA no muestran este mimo panorama.
Pero también, está el problema de que en las mañanas, en horario de 6:00 a 8:00, duran más tiempo para llegar a las paradas, mientras que, después que las estaciones están limpias porque ya la inmensa mayoría de usuarios se han tenido que ir en otros medios de transporte, entonces es que ellas empiezan a pasar por las paradas. Hemos visto hasta tres unidades, prácticamente vacías, circulando después de las 8:30 de la mañana. ¡Que pena!
Pero, como dice su director, Ignacio Ditrén, “En la OMSA, e pa´lante que vamos”.
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