lunes, 29 de noviembre de 2010
Primera Fotografía del Alma Humana
Una operación quirúrgica que se complica, una paciente muerta y una foto misteriosa que ofrece una versión sorprendente de lo que sucedió en el quirófano. De hecho, por primera vez en la historia se consigue plasmar en el papel la imagen del alma humana.
Un suceso fuera de lo normal ha revolucionado al mundo médico y científico, replanteando una vez más la posibilidad de la vida tras la muerte.
Todo empezó con una intervención quirúrgica en un hospital de Frankfurt Alemania. La paciente falleció sobré una mesa de operaciones, pero lo insólito del caso vendría un par de días más tarde, cuando una de las fotos tomadas durante la operación reveló la existencia del espíritu de la mujer. Todo esto, ha cogido por sorpresa a investigadores y escépticos, ya que la foto existe y muchos han podido verla.
Una operación sin riesgo
Cuando Karin Fischer, un ama de casa alemana de 32 años, ingreso en el hospital Frankfurt para someterse a una operación, estaba muy lejos de imaginar el revuelo y las consecuencias que traería su estancia en el quirófano. De hecho, tampoco sospechaba que eran sus últimos momentos de vida. La intervención a la que iba a someterse, aunque no era sencilla, tampoco era de alto riesgo; iban a corregirle unas válvulas defectuosas que tenía implantada en el corazón. Pero algo salió mal y una serie de complicaciones hicieron que su corazón dejara de latir tan sólo cuarenta y cinco minutos después del inicio de la operación. En los controles, el monitor cardíaco señalaba el estado de muerte con una línea recta que recorría la pantalla. Ninguna de las doce personas del equipo vio nada de lo que revelaba la fotografía
La foto sorpresa
En el momento de su fallecimiento, Karin se encontraba rodeada de doce personas, todos ellos miembros del equipo de cardiología: Médicos, técnicos y enfermeras comprobaron cómo todos los esfuerzos para intentar reavivarla eran inútiles. El profesor Peter Valentín, director del Departamento de Divulgación Didáctica del hospital también estaba en el quirófano. En aquella ocasión su tarea consistía en manejar una cámara de fotos. Es muy frecuente que, durante las intervenciones, se fotografíe o se filme la labor de los cirujanos; esto se utiliza luego para la divulgación científica, los archivos médicos y, sobre todo, para las clases universitarias en la facultad de Medicina. También fue el profesor Valentín quien, pocos días después, tras recoger el carrete en el laboratorio y ver las copias, no pudo contener su sorpresa. Una de las fotografías enseñaba, con toda claridad, cómo una forma humana, difusa y transparente, se elevaba hacia el techo con los brazos abiertos. Era la foto de un espíritu y además, ¡estaba saliendo del cuerpo de la fallecida! El Papa Juan Pablo II tiene una copia y los investigadores del Vaticano la están analizando. Su primera reacción fue pensar que alguien le había gastado una broma; sin duda los del laboratorio fotográfico con un montaje sorprendente. De manera que llevó la copia a otro laboratorio para que uno de sus expertos descubriera si se trataba o no de un truco.
Peter Valentín no salía de su asombro mientras escuchaba las palabras del experto. ¡La foto era auténtica! Un estudio más profundo y detallado llevaba a la misma conclusión: no había tal montaje, no existía truco alguno.
Además, como si se tratara de una ironía, en la imagen podía verse claramente la pantalla del monitor en el momento en que la paciente expiraba, coincidiendo con el momento en que el espíritu salía de su cuerpo. Nadie había visto nada; el alma es invisible a los ojos humanos. El profesor Valentín decidió consultar el caso con el párroco del hospital, un cura bastante lúcido y poco amante de perder el tiempo con trivialidades.
Su primera reacción fue la de exclamar: "¡Cielo Santo, es un alma humana!".
El cura insistió en divulgar la noticia: por primera vez alguien conseguía fotografiar un alma. Se remitieron copias a muchos centros religiosos de toda Europa, así como a los mayores estudiosos del tema.
La respuesta de la Iglesia fue inmediata: el Papa Juan Pablo II pidió que se le enviara una foto para estudiarla en los laboratorios del Vaticano. No existe aún una respuesta oficial de la Santa Sede; pero la foto ya fue recibida y los expertos de Roma se encuentran investigando. Sus primeras impresiones son positivas: todo parece indicar que no hay truco y que la foto revela la verdad: un espíritu humano saliendo de un cuerpo que acaba de fallecer.
La ciencia se pronuncia
Uno de los estudiosos de la materia que recibió la fotografía es el doctor Frank Muller, científico alemán que se dedicó a investigar exhaustivamente el insólito documento. Es la primera vez que se obtiene la imagen del alma humana. Su conclusión fue rotunda: es la prueba que faltaba, lo que muchos han estado buscando desde siempre. Según él, el alma de las personas tiene una vida eterna tras dejar el cuerpo físico. A su entender, esto es una confirmación de lo narrado por la Biblia, y sin truco posible, puesto que los mejores expertos han estudiado la foto durante varias semanas, con los aparatos más sofisticados y el mayor interés.
Para el doctor Muller; está claro que siempre habrá gente escéptica que se niegue a creer en la evidencia; pero tampoco ellos tienen una respuesta convincente, que explique la presencia de la imagen sobre el papel. Es una cuestión dé extremos dónde, una vez más, lo inexplicable, tiene un papel relevante. No cabe lugar a más estudios; la ciencia ha demostrado que es una fotografía auténtica, sin trucajes de ninguna especie. Ahora sólo queda, aceptar las cosas como son sin darle más vueltas.
Pero mientras tanto, muchos han sugerido que podría tratarse de la foto más importante obtenida, jamás. Otra prueba de la inmortalidad del alma.
viernes, 12 de noviembre de 2010
Se aumenta la situación de calamidad de la OMSA
Es tan fuerte, que por el daño de una ventana se escasean asientos
Sin ánimo de hacerle daño personal ni a choferes, a cobradores (as, ni mucho menos al director de la Ofina Metropolitana de Servicos de Autobuses (OMSA, Ignacio Ditrén, mi interés, como usuario de las "guaguas", es que haya un buen servicio para todos. Este comentario surge a raíz de la triste escena que vivimos en días pasados, cuando íbamos a bordo de uno de los autobuses que cubren la ruta de la avenida Independencia, cuando de repente comenzó a llover e intentamos cerrar una ventana lo cual no fdue posible, porque la falta de mantenimiento la dañó. Pero también ya hemos visto varias unidades coger fuego en medio de las calles, con pasajeros, chófer y cobrador (a) dentro. También vemos dañadas por varias razones, muchos de los casos, tmavez por una sensillez. Es por todo ello que lo controles (puntos de partida) son "Cementrerios de chatarras".
Pero a esta situación de calamidad por la que atraviesan los autobuses, que fueron comprados con el dinero que todos nosotros pagamos, tanto en impuestos como en los pasajes que nos cobran de 10 y 15 pesos, más el que tiene la OMSA asignado por el Gobierno, hay que buscarle una salida Ya, la cual está en las manos de las autoridades encargadas de su administración.
Mientras se produce esta triste escena, en un parqueo de la avenida John F. Kennedy hay varias unidades de la OMSA estacionadas. El problema del deterioro de las "guaguas" se suma al ya existente en todo su trayecto por las distintas rutas del país que cubren, desde su tardía salida del control, la cual se extiende hasta una hora entre una guagua y otra, el abusivo que para el vehículo significa el exceso de pasajeros, algunos conductores que conducen en forma temeraria, frenando de golpe y enclochando abruptamente, y un largo etcétera.
Somos de opinión, y así lo escuchamos de los labios de otro usuario, que tiene que haber algún tipo de componenda en la OMSA con los propietarios de las guaguas “voladoras” que también ofrecen su servicio en las mismas rutas que cubren las del Estado. Decimos esto porque, mientras que las de FENATRANO y otras FENAs circulan con pasajeros colgados hasta en las defensas (los parachoques), y hay ocasiones en las que hasta tres unidades se juntan, las de la OMSA no muestran este mimo panorama.
Pero también, está el problema de que en las mañanas, en horario de 6:00 a 8:00, duran más tiempo para llegar a las paradas, mientras que, después que las estaciones están limpias porque ya la inmensa mayoría de usuarios se han tenido que ir en otros medios de transporte, entonces es que ellas empiezan a pasar por las paradas. Hemos visto hasta tres unidades, prácticamente vacías, circulando después de las 8:30 de la mañana. ¡Que pena!
Pero, como dice su director, Ignacio Ditrén, “En la OMSA, e pa´lante que vamos”.