miércoles, 29 de septiembre de 2010

Un pote de agua vacío sirve de timbre en una OMSA


Por Félix Morillo

El director de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), Ignacio Ditrén dispuso un aumento en el precio del pasaje de estas guaguas de servicios públicos. Las que antes cobraban cinco pesos, las llamadas ¨calientes¨, ahora cobran diez, mientras que las que cobraban diez, las llamadas ¨frías¨, porque tenían aire, cobran 15 pesos.
Estamos de acuerdo con la medida tomada, porque aunque el Gobierno tiene una asignación presupuestaria para cubrir todos los gastos que requiere la institución, cinco y diez pesos eran insuficientes para que la OMSA ofreciera un servicio bueno a los usuarios.
Pero junto con el aumento también se anunció la entrada de nuevas unidades a los distintos corredores de la Capital, lo que no ha ocurrido. Siguen las mismas precariedades en todos los servicios, una muestra de ello es lo que en la imagen aparece, un pote vacío de agua es el dispositivo usado como timbre para pedir parada.
Entre una guagua y otra hay un compás de espera de hasta 45 minutos. No es raro ver en las avenidas una y hasta dos unidades danadas. Algo que aparentemente es un muy buena intención del conductor, es que mientras aparecen pasajeros en las distintas paradas, ellos se van deteniendo a recogerlos, pero este aparente deseo de ayudar, se convierte en un gran dano, ya que se sobrepasa la capacidad del autobús, lo cual reduce la vida útil del vehículo.
Mientras todas estas calamidades sufrimos los usuarios de las guaguas de la OMSA, el servicio que ofrecen las ¨boladoras¨ sigue campante y sonante. Sus precios no han sido variados, siguen pasando cada cinco minuto, y hasta de dos unidades al mismo tiempo. Una vez llegué a pensar que el director de la OMSA era propietario de una flotilla de estas guaguas, y que por ello era el desorden en las guaguas del Estado, creí que era yo solo que pensaba así, pero me sorprendí cuando un día un pasajero, sin que yo lo esperara, hizo el mismo comentario, lo cual me dio un gran alivio.
Ignacio Ditrén, póngase las pilas o la sociedad le pasará factura muy pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario